nadas

31.5.07

Voltaire.Historia de un buen brahmín. Cuento

Voltaire
Francia: 1694-1778

Historia de un buen brahmín. Cuento.


En el curso de mis viajes tropecé con un viejo brahmín, hombre de muy buen juicio, lleno de ingenio y muy sabio; además, era rico, y por lo tanto su juicio era aún mejor; pues, al no carecer de nada, no tenía necesidad de engañar a nadie. Su familia estaba muy bien gobernada por tres hermosas mujeres que se esforzaban por complacerlo; y cuando no se distraía con mujeres, se ocupaba de filosofar.

Cerca de su casa, que era bella, bien adornada y rodeada de jardines encantadores, vivía una vieja india beata, imbécil y bastante pobre.

Cierto día el brahmín me dijo:

-Quisiera no haber nacido.

Le pregunté por qué. Me respondió:

-Hace cuarenta años que estudio, y son cuarenta años perdidos; enseño a los demás y yo lo ignoro todo: esta situación hace que mi alma se sienta tan humillada y asqueada que la vida me resulta insoportable. He nacido, vivo en el tiempo y no sé lo que es el tiempo; me encuentro en un punto entre dos eternidades, como dicen nuestros sabios, y no tengo ni la menor idea de la eternidad. Estoy compuesto de materia; pienso, y jamás he podido llegar a saber lo que produce el pensamiento; ignoro si mi entendimiento es en mí una simple facultad, como la de andar o la de digerir, y si pienso con mi cabeza como cojo las cosas con mis manos. No solamente me es desconocido el principio de mi pensamiento, sino que incluso el principio de mis movimientos me es igualmente ignorado: no sé por qué existo. Sin embargo, todos los días me hacen preguntas acerca de todos esos mundos; y hay que responderlas; no tengo nada interesante que decir; hablo mucho, y después de haber hablado me quedo confuso y avergonzado de mí mismo.

"Lo peor es cuando me preguntan si Brahma fue producido por Visnú o si los dos son eternos. Dios es testigo de que no sé ni una palabra de todo eso, y bien que se ve por mis respuestas. '¡Ah, reverendo padre! (me dicen), explícanos cómo el mal inunda toda la tierra.' Mi ignorancia es igual a la de los que me formulan esta pregunta; a veces les digo que en el mundo todo va del mejor modo posible; pero los que se han arruinado o han sido mutilados en la guerra no me creen, y yo tampoco me lo creo; me retiro a mi casa abrumado por mi curiosidad y mi ignorancia. Leo nuestros antiguos libros y ellos espesan todavía más mis tinieblas. Hablo con mis compañeros: los unos me responden que hay que gozar de la vida y burlarse de los hombres; los otros creen saber algo y se pierden en ideas extravagantes; todo aumenta el sentimiento doloroso que experimento. A veces estoy a punto de caer en la desesperación cuando pienso que, después de tanto estudiar, no sé ni de dónde vengo, ni lo que soy, ni adónde iré, ni lo que será de mí."

El estado de este buen hombre me causó verdadera pena: nadie era más razonable ni más sincero que él. Comprendí que cuantos más conocimientos tenía en su cabeza y más sensibilidad en su corazón, más desgraciado era.

Aquel mismo día vi a la vieja que vivía cerca de su casa; le pregunté si alguna vez se había sentido afligida por no saber cómo estaba hecha su alma. Ella ni siquiera comprendió mi pregunta: en toda su vida nunca había reflexionado ni un momento acerca de una sola de las cuestiones que torturaban al brahmín; creía con toda su alma en las metamorfosis de Visnú, y con tal de poder tener de vez en cuando agua del Ganges para lavarse, se consideraba la más feliz de las mujeres.

Impresionado por la dicha de aquella pobre mujer, volví a visitar a mi filósofo y le dije:

-¿No le avergüenza ser desgraciado cuando a su puerta hay una vieja autómata que no piensa en nada y que vive contenta.

-Tiene usted razón -me respondió-; cien veces me tengo dicho que yo sería feliz si fuese tan necio como mi vecina; sin embargo, no quisiera semejante felicidad.

Esta respuesta de mi brahmín me produjo mayor impresión que todo lo demás; me examiné a mí mismo y vi que, en efecto, no quisiera ser feliz a condición de ser imbécil.

Propuse el dilema a unos filósofos, que fueron de mi misma opinión.

Y no obstante -decía yo-, hay una escandalosa contradicción en esta manera de pensar; porque, al fin y al cabo, ¿de qué se trata? De ser feliz. ¿Qué importa tener talento o ser necio? Todavía hay más: los que están satisfechos de cómo son, están muy seguros de estar satisfechos; los que razonan, no están tan seguros de razonar bien. Está, pues, bien claro -decía yo- que habría que aspirar a no tener sentido común, por poco que este sentido común contribuya a nuestra infelicidad. Todo el mundo fue de mi parecer, y sin embargo no encontré a nadie que quisiera aceptar el trato de convertirse en imbécil para vivir contento. De lo cual deduje que, aunque apreciamos mucho la felicidad, aún apreciamos más la razón.

Pero, después de haber reflexionado sobre el asunto, me parece que preferir la razón a la felicidad es ser muy insensato. ¿Cómo, pues, puede explicarse esta contradicción? Como todas las demás. Hay aquí materia para hablar muchísimo.

16.5.07

Punto de Fuga


Así es la vida…


Con mil fantasmas que nos persiguen, con la incoherencia en pasos falsos, con tantas calles sin salidas, con jugos gástricos que nos perforan, con demasiado aire irrespirable…con la orfandad de la simpleza.
La vida es así, un retorno eterno al “no sé qué”, un ir y venir sobre los propios pasos…
¿Un arribo a las ganas?
¿Una partida del fracaso?

Una vela encendida en el centro del tornado, un fósforo apagado en la habitación llena de gas, la nitroglicerina a punta de flecha, la flor que se marchita y conservamos.
Duende que juega y enloquece; escasez de afectos de otros tiempos; ruleta rusa, pisa pizuela.

Así es la vida, paraguas cerrado en plena lluvia, los pies descalzos a la intemperie, la casa sin techo ni cobijas, la mesa sin sillas y sin pan; las laceraciones sin sentido; el perdón que nunca llega; la ostia con la que no comulgo.

La vida es así…
Una enorme añoranza de lo aún no nacido, un enorme recorrido de lo aún no construido; una puteada eterna hacia los cuatro vientos; desierto sin horizontes; cubo de vidrio.
Misterioso mapa genético
Los colmillos que se clavan en la palma.

Solo metáforas que lo dicen todo sin decir nada; palabras estaqueadas en la piel curtida; lo volátil que se vuelve piedra desde éste punto de fuga.

Así es la vida…
Con esa abundancia para el conflicto, con esa inercia para el choque, con esa continua insaciabilidad desgastante; con esa ceguera de almas castas.

Así es…
Con esas gotas de felicidad que se nos van entre los dedos, con esa inevitable sensación de lo efímero que nos deja con la boca abierta esperando más….y más… y más.

14.5.07

Cadaver Exquisito


¿La hoja tiene que ser un acordeón? te pregunto y me decís que sí... suena absurdo, pero no más absurdo que éste acto de escritura, triste y melancólico, acompañado por una música vieja y decadente como yo.
Mi pasado me aprisiona, mi presente me detiene y mi futuro se pierde en la niebla de todas mis incertidumbres y las tuyas, lágrimas acumuladas, dolientes sensaciones de abandono, gritos ahogados, miedo de vivir, miedo a morir antes de haber nacido, no quiero tener memoria, no quiero escuchar sonidos dolorosos.
Ya supe que el amor no existe, me lo dijo una amiga, me lo dijo una enemiga, me lo dijo mi intuición, y mi corta experiencia... ahoguemonos en el río de La Calera.

Quiero saber cuanta cantidad de sangre derramarán mis ojos y cuánto durará ésta agotadora somnolencia. Sangre que a gotas agotas cada mirada, tristeza anestesiada junto al cadáver.

Me vuelven los aires del pasado, la música, los lugares, sensaciones y hasta me tropecé con mi primer auto, todo reformado pero esencialmene el mismo, una vida se perdió por mi culpa y eso no me lo perdono, me condeno siempre me condeno, y mi vida se ha convertido en una ruleta rusa en donde espero siempre el impacto, sin darme cuenta vendrá y no lo sentiré... ojalá no haga estragos.

Anhelo la caricia de la simpleza sobre mi rostro, cara de cerebro ya destruido, de alma plomiza.
El amanecer novedoso de la sonrisa.


Amorseco / Heptaedra-Insect

1.5.07

LO QUE UNO NO SIEMPRE DICE...



Siempre digo (ufff, que reiterativa...) que los seres humanos somos la suma de muchas cosas.. Sentimientos, pensamientos, acciones, piel, huesos...y algunos aditamentos...


Somos diferentes (gracias a Dios!) y por eso, nuestra percepción de las circunstancias y momentos también son distintas (verdad perogrullesca) ... Lo que para mí es bueno, para otro quizás no lo sea, e inversamente. Y entre la gama de sentimientos=pensamientos=acciones, hay uno especialmente que me despierta.... mmm ..voy a ser elegante para decirlo... que me provoca mucha rabia, mucho dolor, mucha impotencia...


La pena, lástima, compasión...¿es un sentimiento legítimo, real, sincero? Veamos, y en el intento me transformo en el bandoneonista ciego de Carriego, que avizora verdades en sus dedos...Según yo pienso y siento, hay circunstancias en que ese "valor/disvalor" sí es legítimo, sí es real, sí es sincero. Ejemplo simplista el que ofrezco, [y que cualquier tribunal rechazaría como prueba esencial, por lo ridícula] ante un animalito herido, la compasión por su estado y el ánimo de ayudarlo brotan espontáneamente..


Hay otros momentos de la vida en que siento/sentimos, que esa palabra, o esa "palmadita en el hombro" o ese "intento de consuelo" es tan hipócrita, tan "de compromiso", que mejor no lo intentaran... Porque golpea en láminas de acero, fundidas en el crisol del escepticismo. Y uno silencia ese estado mineral, pero el estómago se sube a la garganta y la voz se estrangula en el reclamo. Y no dice nada. Y, contrariamente, da las gracias ejercitando los catorce músculos faciales ordenadamente...


Quizás se me han acelerado las terminales nerviosas, y por eso percibo lo que "noes".. (y si, así escrito [los teclados perciben estados de ánimo, por si no lo sabías]). Y confundo intencionalidades bienhechoras de llenar espacios/huecos (aguardandosucesosesencialesquesigeneransentimientosreales) [y otra vez no hay error] con sentimiento lastimero... O quizás, en esta avalancha de sentidos exacerbados, mi percepción es, apenas, el complemento de lo que nunca va a suceder, y me conformo (aunque me estalle el alma y se dilapiden los fragmentos en el aire) con ese simulacro de amistad=afecto...


Es tan complejo el ser humano que a veces rechazamos lo que anhelamos con todas nuestras fuerzas. Y en el anhelo, vamos dejando jirones de esperanzas, de sueños que alguna vez aletearon y hoy debieran ser cadáveres inholoros, pero laten ahi en el costado, a veces con más ritmo que el músculo cardíaco...


No sé [y quizás algun día un sicólogo lo explique mejor] el por qué me aferro a esto, que desde la víscera más íntima rechazo... No quiero la lástima, la compasión, la pena..y a la vez, me abrazo a ella... Como si fuera un salvavidas letal, que me consume...

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