nadas

31.3.08

12 segundos de oscuridad




Gira el haz de luz
para que se vea desde alta mar
yo buscaba el rumbo de regreso
sin quererlo encontrar

Pie detrás de pie
iba tras el pulso de claridad
la noche cerrada, apenas se abría,
se volvía a cerrar.

Un faro quieto
nada sería
guía, mientras
no deje de girar
no es la luz
lo que importa en verdad
son los 12 segundos
de oscuridad,

12 segundos de oscuridad
para que se vea desde alta mar
de poco le sirve al navegante
que no sepa esperar.

Pie detrás de pie
no hay otra manera de caminar
la noche del Cabo
revelada en un inmenso radar.

Un faro para,
sólo de día,
guía, mientras
no deje de girar
no es la luz
lo que importa en verdad
son los 12 segundos de oscuridad,
12 segundos de oscuridad,
12 segundos de oscuridad,
para que se vea desde alta mar.


J.Drexler.





26.3.08

Algo, algo de algo.



Nada, nada de nada.

24.3.08

Amanecer y Muerte IV





A mi Padre


Hoy, Domingo de pascua, 23.3.08. Voy a visitarte.


8:30 - Y espero el colectivo. El cielo está limpio y hay sol. Poca gente, algunos autos.


8:42 - Viene el colectivo. Ya estoy en el colectivo. El sol está a mi izquierda, penetra las ventanillas, me ilumina el rostro y sobre todo me quema los ojos (pero no usaré anteojos oscuros)


9:15 - LLego a La Cañada y hago el transbordo. Ésta combi me llevará directo al cementerio. Ahora el sol me viene de la derecha.


9:50 - LLegué al cementerio. Se vé la capilla al fondo y detrás de ella una gran arboleda. Entré a la capilla. Saqué dos hostias. Me dirigí hasta el poste que dice: 13-14. Allí estás. Coloqué una de las hostias en tu placa, la que tiene tus datos (que también son míos), la otra la comí. De alguna manera "comulgamos" juntos. Es domingo de pascuas, pascuas de resurrección. ¿Resucitarás?. Hoy para mí, de algún modo, sí. Estuve un rato a tu lado. Luego me senté en un banco blanco, alejado, pero desde allí te veía (una forma de decir, claro). Hay una brisa intensa. Los árboles se mueven con el viento, pareciera que hablan.
(Desde que salí de casa hasta ahora, no tuve ninguna emoción. Estoy rara, como insensible. No siento nada)


10:30 - El sol ya me quema pero el aire es frío. Los pájaros cantan.


Sé que estás debajo de ésa flor silvestre amarilla que creció sobre la tierra que te cubre.


Volví a la capilla ya para el final de la misa. El sacerdote bendijo a todos y una mujer recitó un poema. El poema me conmovió, pero no recuerdo que decía (imagino que me conmovió el "como" y no el "qué")


Pienso que me agrada "Lo Ritual".


11:20 - La combi está en la puerta. Retorno a casa. Ahora el sol me dá por la izquierda.


12:10 - Llegué al centro. Nuevo transbordo. Y ahora el sol está a mi espalda.


Ya estoy llegando a casa. Me doy cuenta que hace rato ya desapareció la emoción del poema.
Nuevamente no siento nada. (los músculos inmóviles, ninguna expresión en mi cara, quedo totalmente muda, no emito sonido alguno, la respiración lenta, como si la vida se me fuera y un enorme silencio tomara mi ser, .. me viene la imagen de una piedra.)


Papá te amo.


Amo todos los recuerdos que tengo tuyos.


Y un día como Hoy 24 de Marzo, de hace ocho años atrás, tu presencia se volvió ausencia.


Presencia de la Ausencia


Frios caballos de viento
-incerteza desesperante-
atropellan

a ésta hora, exactamente
Torbellino
(ni el tuyo ni el mío)
que jamás ví
y oí cansadas baldosas
bajo ruedas crugiendo
Envolventes caballos de viento
en el llevar de camilleros ..
Entraste a Terapia Intensiva
a ésa maldita hora
Angustia
desgarras
en la incertidumbre
Jamás ví tu cuerpo tras puertas del purgatorio
oí la música
que llevan aberturas y cerraduras
de bisagras, entre la vida y la muerte
Partes médicos
días tras día
entre la muerte y la vida, si
y a la misma hora siempre
A ésa hora exactamente
un teléfono lloró
y oidos desencajados ensordecieron
sin embargo, sé
que a esa hora
todos los días te quiero
junto a mí.
-sin que mi consciencia se dé por aludida-


En papeles con firmas
suspiros finales llevan horas exactas.


Y aunque sepa
de tu suspiro final..

Un frio,
lento y penetrante
hace su recorrido
por las entrañas de mis vértebras
como caballos de viento
que me atraviesan
-a ésta hora, exactamente-
en donde la Ausencia
se hace Presencia.




21.3.08

Amanecer y Muerte III



Era el dos mil ocho
Era veinte de marzo
Era a las 04:30 hs de un jueves santo

Eran mis manos
Era El Libro
Eran mis ojos
Era la página
-era la última-

Eran las palabras
Eran las palabras
Eran las siguientes:

"...>>Una vez más veo ante mí la calle habitual. El dosel de la civilización ha sido quemado. El cielo es oscuro como un barnizado hueso de ballena. Pero en el cielo hay una plaidez, ya de los faroles, ya del alba. Hay una cierta agitación; parloteo de gorriones, en un plátano, no sé dónde. Hay un cierto aire de inicio del día. No, no lo llamaré alba. ¿Qué es el alba en la ciudad para un hombre entrado en años, que , de pie en la calle, mira un poco mareado el cielo? El alba es como un emblanquecerse del cielo, como una renovación.Otro día, otro viernes, otro veinte de marzo, enero o setiembre. Otro general despertar. Las estrellas retroceden y se extinguen. Las barras adquieren profundidad entre las olas. La película de niebla adquiere densidad sobre los campos. El rojo se pone sobre las rosas, incluso en la pálida rosa se cuelga junto a la ventana del dormitorio. Un pájaro gorjea. Los campesinos encienden las tempranas velas. Sí, es la eterna renovación, el incesante alzarse y caer, caer y alzarse otra vez.
>>Y también en mí se alza la ola. Se hincha, arquea el lomo. Una vez más tengo conciencia de un nuevo deseo, de algo que surge en el fondo de mí, como el altivo caballo cuando el jinete pica espuelas y después lo refrena con la brida. ¿Qué enemigo percibimos ahora avanzando hacia nosotros, tú sobre quien ahora cabalgo, mientras piafamos en este pavimento? Es la muerte. La muerte es el enemigo. Es la muerte contra lo que cabalgo, lanza en ristre y melena al viento, como un hombre joven, como Percival cuando galopaba en la India. Pico espuelas. ¡Contra ti me lanzaré, entero e invicto, oh Muerte!>>

Las olas rompían en la playa. "


Era el personaje -Era Bernard-
Era la mujer -Virginia-
con su apellido de hombre -Woolf-
Era "Las Olas" -su obra-
Era en el 1931

Era la última página..

Eran las primeras horas..

Era el anochecer y era el Amanecer

Era la juventud y era la vejez

Era la muerte
Era la vida

Era el Pasado y era el Presente
La Escritora y la lectora
Aconteceres en un mismo día
Un veinte de marzo que nos unía
La perplejidad que nuevamente invadía.


13.3.08




REFUTACIÓN DEL TIEMPO


El ayer del mañana no es, aunque lo parezca,

lo mismo que el hoy. Porque el hoy, inexorable,

no tiene ese movimiento de palíndromo del tiempo

que produce el ayer del mañana. Con ese movimiento,

al remover el obstáculo del hoy, al acariciar

la perspectiva de unión del futuro y el pasado,

corres hacia un mañana desconocido pero casi

conquistado, de donde vuelves fácilmente, invirtiendo

la marcha, al estático hoy. Y por cierto

tampoco el mañana del ayer es, aunque lo parezca,

lo mismo que el hoy. Porque el hoy, inexorable,

no tiene ese movimiento de palíndromo del tiempo

que produce el mañana del ayer. Con ese movimiento,

al remover el obstáculo del hoy, al acariciar

la perspectiva de unión del futuro y el pasado,

navegas hacia un ayer conocido pero no conquistado,

de donde vuelves, a marcha normal, al estático hoy.


El ayer del mañana y el mañana del ayer.

Movimientos de palíndromo del tiempo

para un árido hoy. Refutación del tiempo.



ATHOS DIMULÁ.
(poeta griego)


10.3.08

ENTREMUNDOS

Vivo en la hora suspendida entre la noche y el día.
Caminé en la orilla detenida de los cielos antes de ser mar.

Voy entre mundos fugaces, pisadas de ángel, en la levedad.
Claro entremundo distante, ambiguo y constante de la brevedad.

Tierra donde empieza el silencio y donde tiembla aún la música.
Mundo entre grávidos y muertos, entre muelles que surcan espejos.

Voy entre mundos fugaces, pisadas de ángel, en la levedad.
Claro entremundo distante, ambiguo y constante de la brevedad.


Roxana Amed.

6.3.08

Más Allá




A Ella
Le gustaban las mujeres


"Sus ojos no miraban más allá"
Ella
Lo decía

Todos decían que
A Ella
Le gustaban las mujeres



Pero
"Sus ojos tampoco miraban más allá"
(incluso Ella lo decía)

Ni los míos
Ni los de ellos
"Miran ni mirarán más allá"
-decía-

Las amaba
-decía-



Porque siempre le dieron
La espalda



Porque
"Sus ojos miraban más allá"



Sin Alas



Ella


Lo decía.




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