
En "tu" caso, si quisiera podría destruirte con solo una oración.
Pero cómo no quiero...
-No quiero porque te quiero-
No quiero hacer lo que buscas
No quiero que de mí hagas un rol
Querés poner el cuello bajo mi guillotina
Con lo que me costó desafilar-la...
Años... A propia voluntad, claro.
No te da el cuero. Lamento.
Tenés terror a las preguntas. Lamento.
Crees que soy yo. Pero no.
En realidad sos vos quien sobrecarga de sentidos.
Cuando las preguntas nacen de lo simple
Debieran ser igualmente simples las respuestas
Las simples y directas son más comprometedoras ¿No?
¿Verdad que a eso es a lo que más temés?
De ahí se deduce: tu complejidad, tu silencio, tu miedo
Y obviamente tu total desconocimiento -hasta intuitivo- de mí.
No me conocés aún. Lamento.
Ni idea si algún día esto ocurriera.
... Y así, preferís verme a oscuras.
O sea, en tu caso:
No verme.
Lamento.
Lamento la ausencia de luz
Entre nos.
¡Ojo! Tampoco te conozco.
-Solo me re-suenan algunos mecanismos-
Dijiste:
"Mirá lo que preguntás"
¿Como si fuera:
Vidente
o
Autista
o
Criminal
o
Deficiente?
Y a posteriori, tal vez un
"No admitir contactos"
o
En el mejor de los casos un
"Cerrar Sesión".
La respuesta era fácil:
Un espontáneo SI
o
Un noble NO
Digo... Si es que se trataba de un diálogo voluntario ¿no?
.
No.
No quiero esto.
No quiero destruirte -a pedido-
No quiero, porque te quiero
"Nada... tipo que... todo bien ¿viste?"
You be free
I'm be free
Vos en el campo
Yo en el desierto
Y en el medio la mutua susceptibilidad.
Sin embargo
si realmente me
buscas me
vas a
encontrar.
No sé por qué, Gabriel, aún te sueño implorándome la muerte, con un mata-moscas que no sea de plástico, ni en aero-sol.
Doctor, ¿Por qué se queda mudo como siempre?
Respuesta = Cero
.