nadas

12.9.08

11 de Septiembre

Cualquier semejanza con la realidad no es pura coincidencia.
Y núnca, pero núnca es pura la coincidencia.

Te eschuché decir con profundo dolor:
"Yo no sé cómo pude hacer la vida que hice. Cómo pude esperar que lloviera para tomar el agua que se juntaba en los pocitos en esa calle de tierra... caminar kilometros buscando pocitos... Y tomar esa agua sin saber, por desesperación e ignorancia, que podía estar contaminada, podrida... ¿Cómo pude?..."

Quedé más que perturbada con lo que había escuchado.
Claro, tu timidez y tu orgullo te impidieron pedir un vaso de agua a alguien. Así eras seguramente, pensé.
Parece que esto lo hiciste durante un año. Caminar kilómetros para llegar a tu clase. Eras maestra en un lugar lejano e inhóspito.

Siempre sos una temible caja de Pandora para mí.

Núnca me contaste nada (Pero eso ya no importa) Lo que fuí sabiendo es por lo que le contabas, rara vez, a otros.
Siempre nos hemos odiado. Aunque en los últimos años mejoramos.

Solo imaginarte, buscando pocitos con agua en calles de tierra, en algún lugar, camino a la escuela donde dabas clases a niños no mucho más pequeños que vos y tal vez otros mayores que vos...
Me conmueve.

Mi insignificancia se agranda cuando pienso en lo mucho que me cuesta, luego de despertar cada mañana, sostener los párpados abiertos durate todo un día.

Me he quedado con la sensación de que el dolor que llevo a cuestas no es mío.
Está en mí, pero no es mío. Me soplaste el alma... y te me instalaste.
La tuya se ha desbordado, salió de sus cauces y violaste mis difusas fronteras.
Me has invadido.

Y cada tanto, cuando comienzo a olvidar, me lo recordás con mensajeros -que núnca sospechan que lo son-

Sí. Te he escuchado.


Esa fue siempre la única manera de escucharte.

Tu sed fue tanta, que aún sigues bebiendo el agua
en los posos de las almas.
Tu sed fue tanta, que me hiciste nacer
Así
Interminable calle
de tierra seca
con escasos charquitos de agua.

Nunca aprendiste a amar.
Solo a sobrevivir.
- tenías sed -

Hoy brindamos a nuestra manera, claro:
Vos, yo
Dos vasos
Y agua.

11 de Septiembre

Ya estás jubilada

En cincuenta años
Maestra
Nunca faltaste

Y hasta ibas cuando estabas
deshidratada.

Miré el agua en tu vaso
Miré el agua en el mío
Miré el agua en la jarra

-estaba hasta la mitad-

Miraste tu vaso
-ya casi "vacío"-
Miraste mi vaso
-lleno-

Ni miraste la jarra.

Y antes que me diera
el ataque de pánico
alcancé a decirte:
"Felíz Día"

No escuchaste nada
porque ya estás sorda.


Yo estoy contaminada
pero vos tenés muchos anticuerpos.

Y cuando no siento miedo
Te admiro.

Estoy haciendo trámites
Para la nueva pavimentación.

Vos pudiste.
Pudiste sobre la tierra.



Yo necesito asfalto
y todos los océanos.



Y en el televisor
dos torres
se desplomaban.



..

2 comentarios:

dijo...

me impactaron tus palabras... son fuertes. sufridas...
besos

Anónimo dijo...

si, son fuertes y sufridas, y confusas pa mi.
Te quiero bien, no asi.
y te quiero.

.
























.

Acerca de mí

Blogs

.








.

.









.

Powered By Blogger