Cortando Cabezas

-Si entrara a tu cerebro
El paisaje sería desolador
Nada habría en él.

-Claro, porque yo antes lo habría escondido todo
Por las dudas a tu enorme ceguera se le ocurriera curarse.
¡Qué casualidad!
Porque, si yo intentara entrar en tu corazón,
Tendría que penetrarlo con taladros o dinamitas
Para luego encontrarme con el “verdadero paisaje desolador”.

-¡“Verdadero paisaje desolador”! Ja ja ja
¿Cuántas ridiculeces se te ocurren por minuto?

-No, no. Se me ocurren por segundos y a vos te llevan años,
Y además, las mías son mucho más interesantes que las tuyas.

-¡Más interesantes que las mías! Ja ja ja

-¿Qué tengo un Eco o un Loro anda por ahí?

-Es el Eco que provoca tu cabeza vacía, hueca. Al Loro lo descartamos (ya que no hay que olvidar que nada allí hay.)

-¡Ja! Puede ser.
Olvidé que estoy hablando sola
Y sí.
Es verdad, nada hay.
Entonces…
Hasta aquí llegué.
Chau.
Cambio y…
¡Fuera!
(Fuera de Aquí)

¡Que pase el siguienteee!