Siempre digo (ufff, que reiterativa...) que los seres humanos somos la suma de muchas cosas.. Sentimientos, pensamientos, acciones, piel, huesos...y algunos aditamentos...
Somos diferentes (gracias a Dios!) y por eso, nuestra percepción de las circunstancias y momentos también son distintas (verdad perogrullesca) ... Lo que para mí es bueno, para otro quizás no lo sea, e inversamente. Y entre la gama de sentimientos=pensamientos=acciones, hay uno especialmente que me despierta.... mmm ..voy a ser elegante para decirlo... que me provoca mucha rabia, mucho dolor, mucha impotencia...
La pena, lástima, compasión...¿es un sentimiento legítimo, real, sincero? Veamos, y en el intento me transformo en el bandoneonista ciego de Carriego, que avizora verdades en sus dedos...Según yo pienso y siento, hay circunstancias en que ese "valor/disvalor" sí es legítimo, sí es real, sí es sincero. Ejemplo simplista el que ofrezco, [y que cualquier tribunal rechazaría como prueba esencial, por lo ridícula] ante un animalito herido, la compasión por su estado y el ánimo de ayudarlo brotan espontáneamente..
Hay otros momentos de la vida en que siento/sentimos, que esa palabra, o esa "palmadita en el hombro" o ese "intento de consuelo" es tan hipócrita, tan "de compromiso", que mejor no lo intentaran... Porque golpea en láminas de acero, fundidas en el crisol del escepticismo. Y uno silencia ese estado mineral, pero el estómago se sube a la garganta y la voz se estrangula en el reclamo. Y no dice nada. Y, contrariamente, da las gracias ejercitando los catorce músculos faciales ordenadamente...
Quizás se me han acelerado las terminales nerviosas, y por eso percibo lo que "noes".. (y si, así escrito [los teclados perciben estados de ánimo, por si no lo sabías]). Y confundo intencionalidades bienhechoras de llenar espacios/huecos (aguardandosucesosesencialesquesigeneransentimientosreales) [y otra vez no hay error] con sentimiento lastimero... O quizás, en esta avalancha de sentidos exacerbados, mi percepción es, apenas, el complemento de lo que nunca va a suceder, y me conformo (aunque me estalle el alma y se dilapiden los fragmentos en el aire) con ese simulacro de amistad=afecto...
Es tan complejo el ser humano que a veces rechazamos lo que anhelamos con todas nuestras fuerzas. Y en el anhelo, vamos dejando jirones de esperanzas, de sueños que alguna vez aletearon y hoy debieran ser cadáveres inholoros, pero laten ahi en el costado, a veces con más ritmo que el músculo cardíaco...
No sé [y quizás algun día un sicólogo lo explique mejor] el por qué me aferro a esto, que desde la víscera más íntima rechazo... No quiero la lástima, la compasión, la pena..y a la vez, me abrazo a ella... Como si fuera un salvavidas letal, que me consume...
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