Que no sé en que consiste.
Atilio dice una burla,
Una burla de la muerte
Y en versos octosílabos.
¿En versos octosílabos?
¿Y burlarme de la muerte?
Que paradójicamente
Quien fuera o fuese actor
No podría interpretarse
A sí mismo mismamente,
(Que ya estamos todos muertos)
La muerte y su defunción.
Llevo en mí la misma muerte
La que llevamos todos
Victimas y victimarios
De sus restos y despojos
Cadáveres animados
Deambulando por los mundos
Entre la vida y la muerte
Paradójico es el triunfo.
Ahí viene, la estoy mirando
(Pero si está dentro de mí...)
¿Y yo pretendo burlarme
De mi propia defunción?
¡Qué inasible aspiración!
El pretender burlarse
Tomando todo a risa
De lo que rige en cuestión.
“La muerte nunca fenece.”
Ya, ésta afirmación
Lleva como tres mil cabezas
A la otra en la cuestión.
¿Qué cuál sería la otra?
Que “La vida siempre murió.”
No he de burlar a la muerte
Ya que vida sin vida soy
O muerte + muerte somos
Que si hay algo inmortal
Por excelencia es la muerte
Que si hay algo inmortalPrecisamente no es niente.
Copyright 2005 © Heptaedra
AVISO
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Abrí este blog para recuperar el registro de mi blog anterior: las
mierdautorías.
Y ya que estamos aquí, aprovecharemos para ir publicando basura reciclad...
Hace 7 años.
1 comentario:
Suponer en la inmortalidad un valor ya es asumir un lugar desde donde mirar el paisaje.
Suponer en la muerte la palabra final, es pararse en otro lugar del mirador.
La noticia de los períodicos de la tarde es que no hay jerarquía entre los lugares. A partir de esa novedad, no hay mucho que decir. Aunque se puede hacer algo por disfrutar de la vista.
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